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luiscorderas
@luiscorderas
La duración de la liposucción varía entre una y cuatro horas, en función de la extensión del procedimiento. Una vez finalizada, las incisiones se cierran con puntos muy pequeños o, en algunos casos, se dejan abiertas para favorecer el drenaje de líquidos.
La recuperación implica el uso obligatorio de una faja de compresión durante varias semanas, lo que ayuda a reducir la inflamación y facilita la adaptación de la piel a la nueva silueta. Es habitual presentar moretones, inflamación y dolor moderado en las primeras semanas. La reincorporación a las actividades cotidianas suele ocurrir entre los cinco y diez días, aunque el ejercicio intenso debe posponerse alrededor de un mes.